Tras la noche de ayer hoy se impone la tranquilidad. Llueve, pero como dice el correo de Nico: NO LLUEVE ETERNAMENTE. Pues eso, quedo con Paul en el rastro del Mahuerpark y entre tormenta y tormenta
vemos cosas y colores.
La gente con la que había quedado no aparecen y nos vamos en el coche de Paul
a comer en un hindú y luego tarde de domingo poniendo al día los correos y escribiendo el blog. De aquí a casa y mañana a terminar los dos paquetes que mando a España. El miércoles viene una amiga mía desde Madrid: Mayte. Cenaré con ella y con Paul.
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