viernes, 16 de julio de 2010



15 de Julio


El museo de los Expresionistas Alemanes está a más de hora y media de donde vivo, entonces recuerdo que: los planes están para hacerlos o deshacerlos. Bien, cambio de planes.

Uno de los lugares que más me impresionó, el año pasado, fue el Museo Judío, obra del arquitecto Daniel Libeskind. En él se hace un recorrido a lo largo de su historia, pero lo realmente impactante es el edificio en sí mismo. Arquitectónicamente es una Obra de Arte, a mí entender.

Agarro bici y aparezco en el Museo Judío (Metro Kochstr.). Tantas sensaciones me asaltan y estoy a punto de entrar, cuando me doy cuenta que prefiero entrar cuando lleguen (en pocos días) dos amigos míos, para compartir el espacio y las sensaciones. Compartir es bueno.

Pero aunque me estaba escaqueando de dibujar, las Ninfas me colocaron en un recodo del pedaleo una sorpresa. En BehrenstraBe 42 encuentro una exposición:

THE PICASSO STORY

En un magnífico edificio clásico está expuesta una clara y didáctica exposición de su vida y obra (en este caso con bellísimas cerámicas, grabados y dibujos) y acompañada de una serie de fotografías de Edward Quinn, así como una serie de videos con comentarios de la Conservadora Rosa Mª Subirana. Por cierto quiero dar una opinión:

Durante muchísimo tiempo se ha dicho que Picasso hizo como símbolo de la paz una paloma. Mentira.
Ante la proximidad de una gran manifestación contra la guerra y a favor de la paz, una serie de políticos y sindicalistas fueron a su estudio a pedirle un dibujo alegórico. Él les dijo que agarraran una carpeta que tenía con montones de dibujos y que tomasen el que les gustase. Al decidirse ellos por una paloma, Picasso les hizo la observación clara que la paloma era un ave carroñera, nada pacífica y que tomaran otro. A ellos sin embargo les gustó el dibujo y se lo llevaron tan tranquilos.

Una de las salas está dedicada, a la relación del pintor con las palomas y en un lateral de la misma, hay situado un atril con perfiles de paloma en papel para que la gente ponga lo que quiera y lo añada al mural. Yo puse una. Ver las fotos.
Esta tarde y gracias una vez más a Paul, ya tengo llamadas baratas dentro de Alemania. Para celebrarlo nos hemos ido a merendar sushi a un japonés (UOSHIN) en BismarchstraBe, frente a la Ópera de Berlín. Suena muy snob pero lo cierto es que es barato, bueno y bonito. O en el orden que deseéis.

Al regreso al barrio he descubierto un sitio que sé que será muy especial para mí, con el tiempo y del que ya hablaré. Para mañana nada de planes que luego se pueden cambiar. Doble trabajo: hacer y deshacer. Aunque barrunto algo…