domingo, 10 de julio de 2011

REDESCUBRIR, DESCUBRIR…TODO ES LO MISMO

9 de Julio.


Sábado soleado y comienzo poniendo una lavadora. Tarda una eternidad.

Bueno se acabó, vamos a ver algo que me enriquezca el espíritu.

Recuerdo un museo que ví el año pasado, casi al final, que me sobrecogió. Se trata del KÄTHE-KOLWITZ-MUSEUM. Está dedicado a una mujer excelente que dedicó su vida al Arte. Fue profesora de Bellas Artes en Berlín, hasta

la llegada de los nazis, y en su obra hay dos componentes principales:
- La defensa de los humildes y trabajadores explotados
- El dolor de una madre al perder a su hijo, (al suyo lo mataron en una guerra)

Dominaba el dibujo a carboncillo de una manera precisa, para luego pasarlos a grabado de una forma brutal.
Pocos dibujos hay de ella sonriendo, casi todos la pena le invadía.



Si puedes búscala en Internet, es… INMENSA.

Bueno pues he ido al museo, pero también con la idea de tomarme una cerveza y un excelente bocadillo de salmón que preparan en el Café de los Artistas, que está pegado a él. Un lugar calmo donde los pensamientos te refrescan el cogote con sus aleteos.



Estaba lleno, otro día iré. Ya fui el otro día con Maite y su compañero colombiano, pero juro que iré más veces. Es un remanso.

Al regresar al metro me he encontrado con un montón de osos que pertenecieron a una muestra que se realizó en el 2002 con un montón de ellos representando a cada país del mundo.


El de España es este de la derecha con motivos Gaudinianos.



Al estar en el museo de KOLWITZ me he acordado de la primera vez que vine a Berlín hace dos años y que aparecí en un parque dedicado a ella y es el KOLWITZPARK y claro está en la KOLWITZSTR. Hay una escultura en homenaje suyo en un parque lleno de niños y donde me he encontrado con esto:



Y hablando de niños. No se si te lo he comentado antes, creo que si, aquí a los niños se les cuida y educa de una manera muy especial. Desde muy peques van solos al cole. Los maestros lo recomiendan para potenciar su autoestima y seguridad en si mismos. En una ciudad tan segura como esta no es extraño ver niños de seis o siete años con sus bicis pillando el metro para ir al cole ellos solos. Van en pandillas o de solateras.

Otra cosa, esta ciudad está llena de parques y todos con unos lugares para juegos de niños impresionantes. El último lo he visto hoy un poco antes de llegar al Kolwitzpark, en la misma calle me veo un parquecito con un pequeño chiringuito en el que hay una colinita de donde sale una fuente manual, que uno de los padres acciona y esa agua cae sobre unos troncos y a una pequeña zona donde los niños hacen castillos con arena de playa. Me he tomado, mirándoles jugar, un helado de tres bolas por 1,50 euros. Los niños en bolas como en la playa, los padres relajados como de vacaciones y yo relajado, de vacaciones y con tres bolas. La leche.

Luego cena con amigos y a la cama que mañana hay MAUERPARK (El Rastro)