lunes, 11 de julio de 2011

LA CALMA

11 de Julio.


Ayer con tanto trajín y como fin de fiesta despues de cenar me cortaron el metro, me vine desde lejos en bici. Llegué agotado y luego los tres pisos a pata. Llego a la conclusión que debo de ir más despacio. Me canso un montón aunque, eso si, me recupero muy pronto.

Hoy toda la mañana haciendo ejercicios de respiración, trasferencias bancarias, el blog…todo sin salir de casa. Tengo que cuidarme.

Son las 15,30 y me voy a ver una piscina que está cerca de aquí para ver si me meto en ella y ensancho pulmones. Te cuento a la vuelta.

Ya regresé. La piscina no la he encontrado, pero he aparecido en una plaza en la que había una intervención extraordinaria. En medio de la plaza hay un conjunto monumental consistente en tres niveles de agua, con sus chorritos incluidos y en cada nivel una mujer en bronce. Alguien, con muy buen criterio, ha decidido trasformar el conjunto y añadiendo elementos de plástico cotidianos como: escurreverduras, cubos, cacerolas.


Todo ello entre maderas recicladas.



Todos los que nos pasamos por ahí sonreíamos asintiendo de la ocurrencia.
Lo mejor de lo visto hasta ahora en Berlín.

Luego a casa, cena a base de fruta y me voy a ver una peli y a dormir que mañana tengo expo con Paul.

Un beso

MAUERPARK (El Rastro) en 2011

10 de Julio.

Hoy con eso de los amaneceres tan de madrugada (el sol sale a las 4,30 de la mañana), me he levantado a las 8,30 y eso que es domingo. He desayunado tranquilamente en casa, duchita, ordenador…y al Mauerpark, El Rastro de Berlín.


Hay muchos más y todos los días en distintas partes de la ciudad, pero como éste no hay ninguno.

He llegado pronto, a eso de las 12,00 cuando aún hay poca gente. Me ha dado tiempo a ver cosas, recordar lugares y cotillear bicis. Más tarde ha llegado Koldo con dos amigas suyas italianas


y mientras ellos se tomaban una cerveza, me he ido a comprarme una bici de segunda mano. No pensaba pagar más de 50 o 60 euros, total para mes y medio que me voy a quedar… He visto una que me venía bien en el precio y la forma pero resulta que el dinero me lo había dejado en casa. Fenómeno. Me voy al cajero y a mi regreso encuentro otra mejor y regateando me la ha dejado por 50 euros. La compro, pillo una cadena y un pequeño timbre. Operación transporte liquidada.

Antes de la llegada de Koldo me he encontrado con músicos del año pasado. Primero a un cantante de voz rasgada tocando blues de manera magistral.



A este lo vi acompañado de un saxofonista de color, negro, y les compré un CD que lo he oído bastante este invierno. Luego a un grupo berlinés que tocan funky que son un espectáculo.

Pero a los que más me ha emocionado oír ha sido a UNIVERZEN, un trío que tocan una música muy bella y tranquila. Aún no han llegado a Berlín, pero me han mandado en un correo dos de sus más recientes creaciones y que los veré en Agosto. Ya te hablaré de ellos cuando lleguen. Ella canta, toca percusión y es de Granada (acaba de tener una niña en la India) su compañero argentino compone y toca la guitarra y les acompaña un italiano al contrabajo. Una delicia.

Aqui hay música por todas partes. Donde mires la hay



Luego como plato multitudinario el Karaoke del Mauer. No me gustan los karaokes, pero este es especial. En un lateral del parque hay un pequeño anfiteatro de piedra que a eso de las tres de la tarde aparece un hombre con una bici, con carro, en la que transporta dos enormes altavoces, una sombrilla con su silla amplificador, batería y un ordenador contadas las canciones que puedas imaginar. La gente se apunta en una lista y por orden van pasando de uno en uno a cantar. Unos bien otros no tanto, pero a todos se les aplaude por subirse ahí y hacernos pasar un rato muy bueno de risas.



Hay un paisano que sube todos los domingos al que yo le llamo el Hobbit del Mauer. Es un ser pequeño, entrañable y calmo, provisto de una enorme barba blanca y siempre muy abrigado. Porta una bolsa de tela blanca y con una buena voz canta la misma canción siempre: MY WAY.


Por la noche cena en la Pizzería donde trabaja Koldo para comer unas excelentes pizzas en horno de leña. El local se llama algo así como PAN Y PIZZA y está en Kastanienalle, casi en el metro de Eberswalder Str., frente a una escuela de idiomas muy grande. Te la recomiendo.

Por cierto, esta es mi bici



Al llegar a casa se pone a llover finamente. Llueve toda la noche. Fresquito nocturno Ummmmmmmmmm