martes, 13 de julio de 2010

12 de Julio

Hoy tras la resaca mundialista solo bici, comida japonesa, siesta e Internet.

Salí corriendo del calor madrileño y aquí, con humedad, nos hemos aposentado en los 35º. A sudar.

Ha caído una pequeña tormenta de verano. Me acuesto con el ventilador de techo.

Mientras duermo…TREMENDA tormenta nocturna.
Que fresquitoooo. Ummmmmm

11 de Julio

Hoy es la final del Campeonato del Mundo de Fútbol: España, Holanda.

Iré con Paul a verlo en un lugar dentro de un parque, donde curra el hermano de su hijo (está bien dicho, aunque suene raro), veremos como se lo toman aquí pues, ayer cuando fuimos a comprar el móvil, a la amable dependienta no le hizo mucha gracia que fuese español por eso del fútbol. Se metió con los españoles, eso si, pero de buenas maneras. Coño, para una vez que parece que vamos a ganar algo les sienta mal. Ya veremos lo que pasa al final de la Final, jejeje.

Dentro de un rato me vienen Beatel a explicar el funcionamiento de la lavadora. Seguro que es como todas: se pone en el 3 y a funcionar.

Pues no, aquí las lavadoras se ponen en Start. Es más internacional

Vamos al sitio donde trabaja el hermano del hijo de Paul y resulta estar sobre la única cuesta que hay en Berlín. Está claro que no soy un gran ciclista pues la cuesta no lo es casi y yo la vi como la canción de Led Zeppelín: Escalera hacia el cielo.

Bueno a mi colega no le entusiasma este deporte y a mí me movía más el desarraigo península que otra cosa y decidimos ir de bar en bar viendo el partido. Me lleva a una calle llena de terrazas y todas con su pantalla plana de última generación (está claro que cuando más teles se venden en los Mundiales de Fútbol, por encima de las Olimpiadas o de posibles llegadas de extraterrestres), las terrazas están llenas. Al estar Alemania fuera de la contienda, el énfasis de la gente es menor de lo esperado. Pero por afinidad y cercanía, la mayoría van con Holanda.

Este relato se está alargando en exceso, resumiendo:

ESPAÑA CAMPEONA DEL MUNDO DE FUTBOL

¡¡¡ TOMA YA !!!

Nota: Paúl se cansa de tanto fútbol y se marcha. Yo veo el gol en un bar de paredes negras, con camareros mimetizados del mismo color. Van todos con Holanda.
Grito como loco. Y me voy a casa tocando la bocina ridícula, pero simpática, de la bici. Contentísimo

Varias llamadas desde España, por el móvil, me ponen al día de la locura que está pasando en esos instantes, y se me contagia.

10 de Julio

Hoy he quedado con Paul para mejorar mi movilidad en varios aspectos,
a saber:

- Bicicleta
- Móvil

Para la bici nos hemos ido a un rastro callejero de los de toda la vida y tras ojear, probar y regatear, me he comprado una bici muy chula por 35 euros. Las luces, bocina, cadena y bomba de inflar… 8 euros más. Muy bien

Para el móvil fuimos a una cadena de tiendas que venden café (muy rico por cierto) y que se llama Tchibo que por 20 euros ya tengo móvil para Alemania.

En cuanto tenga el sombrero…feliiiz. Pues hace un sol de justicia.


Regreso del paseo de la tarde-noche y ya tengo sombrero, o sea que…

9 de Julio

Por fin llegué a Berlín. El apartamento es muy chulo y pequeñito… mejor, menos que limpiar. Lo que es un lujo es la terraza. Ahí podré currarme unas esculturas en cera y lo que sea. Tiene una mesa de terraza y sobretodo, muchísima paz. Da a un jardín privado, lleno de vegetación. Todo el barrio es así. Por cierto estoy en la Chueca de Berlín. Aquí todos los comercios tienen la bandera Arco Iris.

Esta mañana me la pasé pateando el barrio más de tres horas, en busca de los comercios necesarios para hacer una compra buena y barata. Hay bastantes en un barrio lleno de bellas casitas y un parque con un césped muy cuidado en el que se plaga de chicas guapísimas para tomar el sol.

Por la tarde, desde las 18,00, me puse a patear hacia el norte, atravesando el barrio de Schöneberg hasta llegar al enorme parque de Tiergarten (en su interior está la Embajada Española), pero estaba cerrado todo él pues la avenida principal la han acondicionado para ver los mundiales. Eso lo hacen en Madrid en el Paseo de coches del Retiro y se monta un follón que no quiero ni pensarlo.

Tras atravesar la puerta de Brandenburg y pasear por Unter den Linden (la traducción es Bajo los Tilos, y un olor riquísimo inunda la ciudad), me encaminé a un barrio que me enganchó el año pasado con su montón de nuevas galerías, su enorme casa de ocupas y sobretodo el ambiente de gente joven, guapa y los restaurantes de cualquier nacionalidad. Barato y bonito. Todo esto en la estación de Oranienburger Tor.

Encontré un lugar en el que trabaja un hijo de colombiano y que tiene Wi-Fi se llama Bistrot.

Por la noche al llegar al apartamento metí los pies en agua caliente con sal, mientras me comía una buena ración de sandía.