jueves, 29 de julio de 2010

BICI Y MÁS BICI

28 de Julio


Como me pasó a mí, al llegar mis amigos, lo primero fue conseguirles movilidad y autonomía: bici y teléfono móvil y en esta ocasión ha sido Koldo el encargado de lográrselas. Nos hemos pasado la mañana (que comenzó tarde, pues tarde acabamos y tarde nos hemos levantado) poniendo a punto las bicis y el móvil. Luego nos hemos ido al barrio turco –Kreuzberg- a comer al sitio del que te hablé, ese pegado al canal que se llama Ankerklause. Muy agradable.





Por la tarde tras la búsqueda de luces para los vehículos marchamos camino de la universidad y entre Stadmitte y Hausvogteipltz, hay unas plazas preciosas que los hugonotes al ser admitidos en Alemania, recrearon su canon de belleza en estas plazas.

Lo que más me gustó del recorrido de la tarde fueron dos lugares: uno frente a la Facultad de Jurisprudencia, el otro en Unter den Linden antes de llegar al Dom un pequeño lugar (un homenaje al soldado fallecido). En medio de la plaza que alberga la Facultad hay una plancha de cristal en el suelo, al acercarte y mirar en su interior ves una sala totalmente blanca con todas sus paredes cubiertas por estantería vacías. En ese lugar, en 1933, Hittler quemó miles de libros de la facultad de filosofía, ésas estanterías vacías acogerían hoy esos libros desaparecidos para siempre por seres irracionales.

Antes del Dom (la Catedral de Berlín) me encuentro con una especie de mausoleo que alberga una sola escultura. En el centro tenemos a una madre, sentada en el suelo, abrazando a su hijo muerto. En el techo un agujero comunica con el cielo y me cuentan que ése lugar es aún más impresionante cuando llueve o nieva, pues ves el espacio totalmente sereno y solamente la escultura recibe a la lluvia o se cubre con el manto blanco de la nieve.





Terminamos cenando en el griego de al lado de mi casa muy bien y despidiendo a Miguel y Lourdes que se van a su apartamento con el cuerpo dolorido de tanta bici en su primer día berlinés

SIEMPRE QUE LLUEVE ESCAMPA

27 de Julio


Hoy es el día, voy a comprar los chipirones. Tras conseguir las llaves del apartamento de mis amigos (llegan esta noche), me encamino hacia Kreuzberg. Hoy hay mercado turco. Por el camino veo restos del Muro, tanto físicamente como marcado en el suelo. Llegando a Kreuzberg el paseo paralelo al canal es refrescante y bello. El mercado está a tope, me encantan los mercados con sus colores, formas, olores, gentes de todo tipo u manera, en fin un universo de placeres para los sentidos. Compro melón, cerezas, tomates, cuscús, pero el de los chipirones hoy no ha venido. ¿Sabes lo que es llover?, pues en mi alma llueve tristeza por su ausencia Al salir del mercado me encuentro con un garito, pegado al canal llamado Ankerklause. Es un lugar bonito y tranquilo para tomar una cervecita y comer algo, cosa que hago.







Luego a casa a dejar la compra.

Esta tarde no salgo y me quedo plasmando los primeros bocetos que cuelgo del techo. Me gusta el resultado, el camino es bueno y ya veo el apartamento lleno de…bueno dentro de un tiempo te diré lo que estoy haciendo. Solo una pista: habla de la utopía y critica al poder.

He quedado con Koldo para tomar unas cervezas, a la espera de mis amigos madrileños (Miguel y Lourdes) ellos llegan puntuales, nosotros no. Risas, abrazos, cervezas y más risas hasta las 4 de la mañana que al llegar a casa veo como amanece, ahora en verano las noches son muy cortas.






He pasado de la lluvia de tristeza por la falta de chipirones, a ver el sol con mis amigos. Lo dicho: siempre que llueve, escampa. A dormir.