sábado, 17 de julio de 2010

17 DE jULIO (La lluvia)

17 de Julio (La lluvia)



Hoy llueve, bendita tristeza,

Esta luz y tan cercano sonido me recuerdan a mi Asturias. No es que siempre llueva ahí, pero esos días como hoy me hacen sentir más hogareño. Ya tengo una excusa para no salir a la búsqueda de museos o lugares desconocidos. Hoy es un buen día para estar conmigo mismo y dejarme sorprender con el dibujo casero, entre truenos y el arrullar de la fina y suave lluvia.

Huele a espinacas con queso, por lo menos eso es lo que voy a comer hoy.

Recordando Asturias me viene a la memoria un dicho: SIEMPRE QUE LLUEVE… ESCAMPA. Pues eso, son las 12,00 y ha salido el sol. Me agarro la bici (tengo que pensar un nombre para ella) y me largo a por una sandalia que me están reparando, descosida, tras los primeros días de no parar de andar. Y a donde voy? Al Tiergarten, el gran parque de Berlín. Quiero reencontrarme con un lugar que descubrí el año pasado y que era un lujo a todos los niveles.

Es el pulmón de la ciudad, lleno de gente paseando, corriendo, en bici, haciendo barbacoas, pero sobre todo tomando el sol sobre esas enormes y verdes pradera. Está surcada por muchos pequeños lagos y ríos artificiales. Uno de esos lagos con embarcadero es el que estoy buscando. Junto a él cohabitan dos chiringuitos: uno tipo merendero con grandes mesas, para compartir una comida de tipo Italiano-alemana y el otro más sofisticado, pero ambos a buen precio. Todo esto colinda con un edificio neoclásico ¿adivinas qué es?, pues la Embajada Española. Buen sitio han tomado.

Tras un ciclo-paseo, lo he encontrado. Como ha llovido está casi vacío y es una maravilla. Me siento en el sofisticado –el otro está cerrado- y me pido una botella de agua con gas, dibujo a una bella y triste mujer que está en tratamiento pues carece de todo pelo y cubre la cabeza con un pañuelo verde esperanza.
Está enormemente embarazada.
Lo dicho una belleza.

AL PASO DE MADRID

16 de Julio

(Al paso de los de Madrid)



Hay un barrio en Berlín que es la crema referente al Arte: CHARLOTTENBORG.
Yendo hasta Sophie-Charlotte-Platz y subiendo por Schloss Str. al final nos encontramos con Schloss Charlottenburg , residencia de verano de los reyes. Le he visto de lejos pues me he parado, un poco antes en el Museum-Berggruen…a-lu-ci-nan-te.

Heinz Berggruen tras su exilio regresó a Berlín en el 66 con su impresionante colección de pintura y escultura y montó esta Museo con obras -entre otros- de Matisse, Picasso, Giacometti, Klee… Me he quedado impresionado por la cantidad y calidad de las obras. Todas en pequeño y mediano formato, pero magníficas. Dos horas y media de droga de la buena.

Ver: http://picasaweb.google.com/alfonso28007/MuseumBerggruen?feat=directlink


Al salir, de frente y por el mismo precio, entras en el Sammlung Scharf-Gerstenberg y ahí te encuentras con el mundo fantástico y onírico de Rousseau, Max Ernst, Odilón Redón, Manet, Dalí, Magritte, Klinger o magníficos grabados de Goya, Méryon, Victor Hugo, Piranessi…Impresionante.

Ver:
http://picasaweb.google.com/alfonso28007/MuseoSammlungScharfGestenberg?feat=directlink


Pero ahí no acaba todo.

En el Sammlung, en estos momentos se exhibe la obra de dos… no se como calificarlos, solo me sale magistrales, dos seres llamados Louise Bourgeois y Hans Bellver. En un entorno que lleva al recogimiento, nos muestran sus interpretaciones en bronce, madera, resina, tela, o papel, oleos...o lo que sea de DOBLE SEXUS. Son seres con ambos sexos muy sensuales a veces y otros dramáticos. Volveré varias veces, hacía tiempo que no veía algo que me provocara de esa manera. Habrá que seguirles el rastro a estos dos personajes. Son gente con bastantes años y así como él es más sensual, ella es tremenda, tremenda. Muy buenos.

Ver:
http://picasaweb.google.com/alfonso28007/DOBLESEXUS?feat=directlink


Hay más museos pegados a éstos y además magníficos, pero he terminado agotado y a mi mente ha llegado un ave con un recuerdo y una frase:

Casi todos los veranos, o en vacaciones, al llegar a Ribadesella (Asturias, España), aparecía cargado del estrés acumulado tras un año en Madrid. Llegaba con el paso acelerado de los de la capital y no tardaba en oír la voz de un amigo, que con mucha coña me decía:
¿DÓNDE VAS TAN RÁPIDO?
QUE TE VAS A SALIR DEL PUEBLO.

Voy a parar de tanto museo y de tanto querer conocerlo todo en dos días, para así disfrutar del momento, poquito a poco. Como aquel mosquito que se acabó el barril, vasito a vasito.