martes, 13 de julio de 2010

9 de Julio

Por fin llegué a Berlín. El apartamento es muy chulo y pequeñito… mejor, menos que limpiar. Lo que es un lujo es la terraza. Ahí podré currarme unas esculturas en cera y lo que sea. Tiene una mesa de terraza y sobretodo, muchísima paz. Da a un jardín privado, lleno de vegetación. Todo el barrio es así. Por cierto estoy en la Chueca de Berlín. Aquí todos los comercios tienen la bandera Arco Iris.

Esta mañana me la pasé pateando el barrio más de tres horas, en busca de los comercios necesarios para hacer una compra buena y barata. Hay bastantes en un barrio lleno de bellas casitas y un parque con un césped muy cuidado en el que se plaga de chicas guapísimas para tomar el sol.

Por la tarde, desde las 18,00, me puse a patear hacia el norte, atravesando el barrio de Schöneberg hasta llegar al enorme parque de Tiergarten (en su interior está la Embajada Española), pero estaba cerrado todo él pues la avenida principal la han acondicionado para ver los mundiales. Eso lo hacen en Madrid en el Paseo de coches del Retiro y se monta un follón que no quiero ni pensarlo.

Tras atravesar la puerta de Brandenburg y pasear por Unter den Linden (la traducción es Bajo los Tilos, y un olor riquísimo inunda la ciudad), me encaminé a un barrio que me enganchó el año pasado con su montón de nuevas galerías, su enorme casa de ocupas y sobretodo el ambiente de gente joven, guapa y los restaurantes de cualquier nacionalidad. Barato y bonito. Todo esto en la estación de Oranienburger Tor.

Encontré un lugar en el que trabaja un hijo de colombiano y que tiene Wi-Fi se llama Bistrot.

Por la noche al llegar al apartamento metí los pies en agua caliente con sal, mientras me comía una buena ración de sandía.

1 comentario:

  1. Me alegro de que estés de vuelta en Berlín. Pareces haberlo cogido con muchas ganas y veo que lo estás disfrutando. Me encanta el blog, es como pasear por la ciudad contigo. Gracias por invitarme a él. Sigue disfrutando. Besos!

    ResponderEliminar