Esta noche es la cena de los chipis. Te diré la verdad: es la primera vez que los hago. Los calamares en su tinta me salen bien, pero los chipirones encebollados (porque no tenían casi tinta) ya te contaré.
Mira que bien, han pasado las hadas de los sueños y nos hemos comido, ente Nuria, Celia, Cristina, Fabio y yo los chips y todos felices, han salido muy ricos.
Nos reímos entre tintos y blancos, incluso hay un vecino que baja por las voces y nos da un toque de atención a las 21,45 la verdad que un poco pronto ¿entonces?... a bailar, hay que bajar la cena.
Nos marchamos por Kreuzberg y terminamos en un local llamado el 11, en Wienerstr. Por el camino nos encontramos con la pescadería donde me surtieron de los chipirones y nos hacen una foto; lo único nque sale bien en ella es el cartel, que curioso.
Buenas risas y un rock and roll que te cagas (esto en el caso de alguna fue verdad)
a las ocho para casa, que ya está bien, de bajar la cena.
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